Si estás pensando en alquilar tu vivienda, haz un análisis de sus puntos favorables y negativos para potenciar los positivos y mejorar los no tan favorables y convertir el espacio en un lugar atractivo para los posibles inquilinos.

Para ello se necesitan de fotografías de las áreas, principalmente cocina, sala, comedor, baño y dormitorio. Una buena imagen logrará atraer a los clientes, se debe buscar que se sientan atraídos, confortables y que alcancen sus expectativas. Si es necesario contrata a un profesional de fotografía para obtener buenas imágenes, y captar mayores clientes. No es un gasto, es una inversión; al igual que la limpieza y aplicación de pinturas en las paredes, recuperación de muebles, o un tratamiento para embellecer el piso.

Algunos trucos que te ayudarán para alquilar tu casa en menos tiempo

Para alquilar de manera segura, deberias leerte este artículo, y para tu vivienda de forma rápida y efectiva debes empezar por reemplazar o reparar los equipos estropeados, como: cocina, nevera, microondas, lavavajillas, máquina de lavar, aires acondicionados o televisores; también debes reparar cualquier desperfecto en pisos o paredes: filtraciones, humedad, grietas, o espacios rotos. De ser necesario pinta las paredes y mejora la iluminación. Recuerda que una buena limpieza es fundamental, sobre todo en las áreas de los baños y la cocina. Espacios limpios e higiénicos, ofrecen un punto a favor, y pueden convertirse en el indicativo para que los futuros inquilinos tomen la decisión.

Puedes ayudarte colocando accesorios atractivos que combinen con el estilo de decoración. No olvides que debes retirar los objetos personales de los espacios, no solo en el momento de entregar la vivienda en alquiler, si no desde el momento que tomas las fotografías, publicas ofreciendo la vivienda e inicias las visitas de los futuros inquilinos.

Si lo deseas puedes decorar con velas o flores para darle un toque diferente y agradable. También es importante no recargar los espacios con muchos colores, los neutros, siempre brindan amplitud, tranquilidad, confort, y son los acertados al gusto de la mayoría.

Verifica que todos los grifos, duchas, WC, desagües, bombillas y hasta los cerrojos funcionen.

Pero no puedes dejar a un lado el exterior de la vivienda, debes limpiarla, pintarla y arreglar el jardín (si posee), ya que esta es la cara y la primera impresión que se llevará el cliente en su cabeza. El futuro arrendatario espera obtener un buen espacio que cubra sus necesidades, y al dejar la vivienda la entregará en las mismas condiciones en que fue entregada.

Un elemento que puede también marcar la diferencia es ofrecer un clima confortable dentro del hogar, como chimeneas, calefacción, ventanas de aislamiento, calentador de agua, ventiladores o aires acondicionados; un espacio adaptado a todas las estaciones del año.

Revisa los precios del mercado, para que establezcas un precio justo y equilibrado. Notifica a los vecinos tus intenciones de alquilar, ellos son los primeros promotores y multiplicadores de la noticia.

Ten al día todos los servicios (agua, luz, gas, aseo), así como los permisos y reglamentos necesarios, para evitar perder tiempo entre la negociación con el arrendatario. Establece las reglas del juego desde el principio, como, por ejemplo: la tenencia de mascotas en la vivienda.